sábado, 8 de marzo de 2008

- Me gusta que me mires asi.
- Si?
- Si.
- Por que?
- No se.
- Si sabes, dale, decime.
- Porque me recordas a alguien.
- A quien?
- A una persona.
- Eso seguro, pero... a qué persona?
- No te conviene.
- Qué cosa?
- Preguntar.
- Por qué?
- Porque se que cuando te conteste me vas a decir que no te lo tendria que haber dicho.
- Nunca te diria eso.
- Lo decis todo el tiempo.
- Tan grave es?
- Si.
- Bueno, no importa, decimelo igual.
- No queres.
- Si quiero.
- No, no queres.
- Si quiero, te estoy diciendo que me lo digas.
- Pero en realidad en el fondo no queres.
- Qué sabes?
- Lo veo en tus ojos.
- Mis ojos no hablan, mi boca si, y mi boca te dice que quiere saber.
- Si hablan.
- Bueno, no me importa una mierda lo que te digan mis ojos. Decime y listo.
- Basta.
- Basta que?
- Basta de tratarme asi.
- Y qué esperas? Me decis que te recuerdo a alguien y pretendes que no pregunte a quién?
- Si.
- Me estas cansando, por favor, decilo.
- Ya te dije que no queres, no te pongas nervioso.
- No estoy nervioso, solo quiero que me mires y con esa hermosa boca que tenes me digas a quien te recuerdo cuando te miro de esa manera.
- De verdad no hace falta.
- Vos lo dijiste.
- Me retracto.
- Ya lo escuche, no puedo olvidarme porque te retractes.
- Intentalo, va a ser lo mejor.
- No quiero, me lo vas a decir.
- No creo que lo haga.
- Yo si, dale.
- No me animo.
- Dale.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- No.
- Si.
- No!
- Si!
- A Hernan!

Silencio.

- No lo tendrías que haber dicho.

No hay comentarios: