Y justo cuando crei que habias desaparecido del todo, apareciste una vez mas para tomar un cafe en el bar de siempre.
Y estuvieron las miradas, las sonrisas, tu tristeza, mi misterio y acaricie tu mano y tu rostro nuevamente.
Paso el tiempo, la charla, oscurecio en buenos aires.
Pagaste en la parte de adelante, me regalaste algo y caminamos hacia la parada. Bailamos, me abrazaste, intente besarte una eternidad, vino el colectivo y nos fuimos.
Ahora estoy parada a metros de aquel bar tratando de no sentir nada.
1 comentario:
qué fuerte!!! me ha pasado dos veces... al final uno nunca logra no sentir nada.
saludos.
Publicar un comentario