domingo, 11 de octubre de 2009

Buscabas algo en tus cajones mientras yo leia uno de esos libritos extraños que siempre tenias desparramados por todos lados. Nunca supe de donde sacabas tantos. Cantabas esa cancion que en una parte decía: die, die, die my darling, just shut your pretty mouth. Me miraste sonriendo de esa manera tan seductora y terminaste: i'll be seeing you again, i'll be seeing you in hell. Yo me rei, vos te acercaste, me diste un beso y luego seguiste buscando. Cuando me canse de no entender a que querian llegar los autores de esos pequeños libros me acoste en tu cama y te observe en silencio. No dejabas de buscar, nunca supe bien qué. Tu expresion se veia tan triste por lo general... supongo que por eso nos sentiamos tan bien juntos. Compartir la angustia era mas facil para nosotros que compartir la alegria. Y por alguna extraña razon, eso nos hacia sentir bien. Pocos minutos después me quede dormida. Cuando desperte ya se habia hecho muy tarde. Te busque con la mirada aun algo dormida y ahi estabas, fumando en un rincon de la habitacion mientras me mirabas. Te pedi que me llevaras en tu auto a casa, te acercaste despacio, esa sonrisa de vuelta. Me besaste por algunos segundos y me dijiste que me quedara. Por un momento dude que responder, te deseaba tanto pero luego recorde que ya no nos quedaban muchos dias. Decidi irme.

2 comentarios:

Xaj dijo...

Cuando ya no queda demasiado tiempo en el vencimiento de la piel, es mejor cerrar los ojos y decirle adios a las migas en la mesa y los violines de fondo. Sin cuerdas ni acordes menores.

Saluditos.

AZUL dijo...

ES MÁS FACIL COMPARTIR LA TRISTEZA...pero no más sano..

es mejor irse y no volver a ver atrás...