lunes, 11 de mayo de 2009

Vimos que entraron con sus armas. Miraban hacia todos lados pero no nos vieron. Me alzo en sus brazos y comenzo a correr. Nunca lo había visto tan desesperado. No sabia que hacer, tenia ganas de decirle que me dejara pero en el fondo sabia que no lo haría. Salto un par de maderas, llegamos a la puerta. Corrimos juntos para tratar de avisarle a alguien lo que pasaba pero estaban muy cerca. Debimos separarnos. Correr de nuevo. Los escuche cerca. En mi desesperacion me escondí entre unos arbustos y una enredadera. Nunca el corazón me había latido tan rápido desde el día en que lo conocí. No me vieron. Apenas pude comencé a correr nuevamente. Logre salir de la casa. Pensé que todo había terminado, que los vecinos llamarían a la policía quien vendría y ayudaria a quienes todavía estaban dentro. Eran tres personas mas sin contarlo a el. Vi a un vecino en la calle, le pedí llorando que llamara a la policía pero lo único que hizo fue mirarme con una expresión irónica. Al principio mi desesperacion no me dejo entender, le roge que me ayudara, pero luego me di cuenta a que se refería con esa mirada. Ellos también eran parte, no iban a venir a ayudarme. A media cuadra había un patrullero, corrí hacia el y vi a una mujer policía, le conté lo sucedido pero me miro con desprecio y me dijo que no podía hacer nada, ella estaba ahí para otra cosa. Todo perdía sentido. Demasiada desesperacion. Volví a insistir con otro vecino hasta que por fin llego la policía. Lograron sacarlos de la casa. Entre y me dirigí hacia el patio. Creí que estaban todos bien. Se encontraban parados en circulo a algo. Mire a mi hermana. Ella me devolvió la mirada haciendome notar que todavía faltaba algo. Me dijo que habian matado a alguien. A esa persona la habían descuartizado y enterrado allí mismo. Mi corazón se freno. Delante de mis pies se encontraba toda la tierra revuelta. No podía creerlo. Mire a cada uno de ellos. Caí al suelo y comencé a llorar. Solo faltaba el, habían matado a la única persona que le daba sentido a todo. La unica persona que me hacia feliz, por quien hubiese dado mi vida. La tristeza no era solo eso, era dolor, un dolor fuertisimo. Bronca, desesperacion. Ya no podía hacer nada, quería que mi vida se detuviera allí mismo. Lloraba desconsolada revolviendo la tierra con mis manos. Me arrepentí tanto de haberlo dejado solo, de haberme escondido sin saber donde estaba, era mi culpa. Hubiese hecho lo que fuera por salvarlo, lo amaba tanto, pero en definitiva el tiempo no volvería hacia atrás por mas que lo deseara con toda mi alma. Ahora lo único que me quedaba era pedirle perdón a un cuerpo descuartizado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

por el momento que me tomó leer el texto cambie los roles y casi me pongo a llorar.
Me hiciste sentir que habia pasado pero al reves y fue... (inexpresable).

Gx