viernes, 12 de junio de 2009

extraño esos dias en que me mirabas con otros ojos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

genero baquico y arriesgado, pero te sincera

La primera, es la actitud guerrera y real, la segunda, la actitud religiosa y sacerdotal.
Una constituye el polo viril, la otra, el polo femenino del espíritu. Una tiene como
símbolo el Sol, el "triunfo", corresponde al ideal de una espiritualidad cuyas consignas
son la victoria, la fuerza, el poder ordenador y que afecta a todas las actividades y todos
los individuos en el seno de un organismo simultáneamente temporal y supratemporal
(el ideal sagrado de Imperium), afirmando la preeminencia de todo lo que es diferencia
y jerarquía. La otra actitud tiene por símbolo a la Luna, es como ella, recibe de otro la
luz y la autoridad, se remite a otro y vehiculiza un dualismo reductor, una
incompatibilidad entre el espíritu y la potencia, pero también una desconfianza y un
desprecio por toda forma de afirmación superior y viril de la personalidad: lo que la
caracteriza es el pathos de la igualdad, del "temor de Dios", del "pecado" y de la
"redención".